Esta vez fuimos al Desert View que queda al este del Parque. Para ello nos levantamos temprano, una vez más. Carlos siguió con sus problemas con la alarma del móvil. Esta vez no le sonó. El dijo que lo había dejado bien puesto. Ya, claro.
Una vez allí, Después de las fotos de rigor en las que se veía el Río Colorado más cerca que desde los miradores del día anterior, nos dispusimos a realizar una foto completa con los 5 fantásticos. Para ello un miembro del grupo les dijo a 2 chiquillas que teníamos al lado, y que hablaban medio en catalán medio en castellano, a ver si estas 2 chicas tan guapas y tan españolas lo podían hacer. La foto la sacaron pero no pusieron buena cara. Que conste que no lo hicimos con mala intención.
Fue un bajón tremendo. Era una de las cosas más atráctivas que habíamos planeado para nuestras vacaciones, sino la que más. Se juntaba el vuelo en helicóptero, que ya solo es suficientemente atractivo, con hacerlo sobre el Gran Cañón.
No había solución. Asi que nos tuvimos que ir a comer unos tristes sándwiches de mortadela y salami que habíamos comprado en un Walmart y que en otras condiciones nos hubieran sabido a gloria. Además justo empezó una tormenta, así que decidimos largarnos del Gran Cañón rumbo a Las Vegas donde podríamos matar nuestras penas jugándonos el dinero que nos habíamos ahorrado con la suspensión del vuelo.
Nos estuvo siguiendo la tormenta prácticamente toda la tarde. En algún punto intentamos coger algún rayo con nuestras cámaras y alguno lo consiguió. También vimos algún arcoiris.
Como anécdota decir que al llegar a Kingman un vagabundo nos recibió preguntándonos si eramos franceses, enemigos de EEUU. Parece que desde la guerra de Irak no tienen mucho aprecio a los franceses por aquí.
Después de tomar unas frescas birras en un tugurio local retomamos el coche. Aquí abandonamos la ruta 66 que nos ha acompañado desde Chicago (que lejos suena ya). Nos vamos dirección Las Vegas y luego seguiremos hacia el norte dirección San Francisco. Trataremos de llegar al final de la ruta 66 en Santa Monica cuando nos acerquemos a Los Ángeles.
Buscamos alojamiento y lo encontramos en el Hotel-Casino Hacienda en Boulder City, a unas 30 millas de Las Vegas. Nos sorprendió con sus precios bajos, más barato que algunos moteles, y el hotel estaba muy bien. Allí que nos quedamos y así pudimos tener una primera toma de contacto con las máquinas, el poker, las ruletas, el blackjack, etc. Fue sólo un aperitivo de lo que nos esperaba al día siguiente.
2 comentarios:
Vaya pena lo del helicóptero....
Esta buenisimo recorrer EEUU, aunque cuando fui yo estuve para la región del este. Calculo que cuando regrese a dicho país voy a tratar de ir para la costa oeste. Ojala que pueda obtener buenos vuelos baratos lan para no tener que gastar tanto dinero, y poder destinar la plata para jugar un poco en los casinos de Las Vegas
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