Es cierto eso de que la tele engorda. Desde luego lo ha hecho con esta ciudad, porque vista desde aquí, in situ, no parece tanto. Hollywood Blvd con su Walk of Fame no parece tan grande como en la tele, ni tan brillante. Se han olvidado de ponernos la alfombra roja y las luces no brillan. Que pena no haber coincidido con algún acto, seguro que la ciudad se transforma y luce más.
Nos consta que son bastante grandes, pero nos cuesta dar con ellas. Por fin encontramos el camino de Mulholland Drive, que nos conduce hasta una zona alta desde la que podemos ver las famosas letras. Bueno, una cosa mas.
De camino, pasamos por Beverly Hills y claro, hemos tenido que darnos una vuelta. No esta mal esta zona, me recuerda un poco a Neguri. Me pregunto si una casita por aquí, será tan cara como en mi barrio.
Volvemos a ponernos camino a la playa. Nos encontramos semáforos cada 300 metros, y parece que los tienen programados para que te tengas que parar en todos, así que el camino se nos hace cansino y tedioso.

Vale, vemos las casetas, vemos los coches de los socorristas, incluso vemos algún socorrista, pero… ¿y las patinadoras?, ¿y las chicas con cuerpos aceitosos?, ¿y las socorristas?, ¿y Pamela? Pues nada, parece que alguien ha avisado de que veníamos. Creo que así es mejor.

Después de comer hemos dado un paseo por la zona peatonal, en la que diferentes artistas nos muestran su arte. Se ve y se escucha a gente, que en nuestra humilde opinión, es realmente buena.
Hemos optado por darle al cañonero lo mínimo para beber, así que vamos todo el día con la reserva en rojo. Esperamos haber calculado bien el consumo y las millas que nos quedan hasta el aeropuerto, porque seria una lástima quedarse tirado por el camino y no poder coger el avión. Jo, no podríamos ir a trabajar.
Decidimos ir a buscar el hotel que habíamos reservado previamente desde casa. Es el Metro Plaza Hotel y se encuentra en el 711 N de la Main St.
Hoy no tendremos que buscar ni regatear para dormir, que bien.
Este hotel, al igual que el de New York, esta en el barrio chino. Nos gusta el riesgo.
Después de asearnos, volvemos a la calle. Tenemos que exprimir el tiempo al máximo. Vamos descubrir la noche de Los Ángeles. Coño, buen titulo para un libro. La noche de los ángeles. Vale, pues como en otros sitios, no somos capaces de encontrar zona de marcha. Tampoco necesitamos mucha, solo un poco, con un nivel parecido a la semana grande de San Sebastián nos conformaríamos. Un beso Amaia.
Hoy cuesta meterse en la cama, sabemos que cronos no se para y que tratar de alargar la noche es retrasar lo inevitable. Conscientes de que esto se está acabando, nos vamos a dormir contentos por lo vivido en este viaje y sabiendo que mañana veremos a nuestra gente. Siempre y cuando no nos quedemos tirados por el camino.
2 comentarios:
Mulholland Drive es una conocida película de David Lynch...
Si. No se si tienen algo que ver con esta calle...
En San Francisco tambien hay dos monticulos llamados "Twin Peaks" pero debe de haber tantos por todo los Estados Unidos como Springfields.
Edu
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